En un lecho de piedras encontré la imagen de un sueño inesperado.
En una isla con troncos de sirena y tallos de algas perfumadas.
Hay dormidos deseos varados, Hay un cuerpo a la deriva enamorado
Hay reseca savia escamada, y mil cristales de sal que lucen su piel torneada
Hay una vida que su amor abraza, seduce la belleza de sol curtida el alma.
Musa morena que sobre el tronco descansa.